sábado, 23 de febrero de 2013

Me dijeron que te dijera


"Enseñanza de amarnos fue tu vida, tu recuerdo será nuestra fuente de amor"

Esta foto no es reciente (al menos 1 mes de antigüedad), ni mucho menos inédita. Mi primer foto y ya no estoy siguiendo mis instrucciones iniciales, qué barbaridad. ¿Por qué subo esta foto? ¿Por qué ese título?. Esta foto fue en el cementerio de Père-Lachaise en París. Íbamos para visitar Jim Morrison y viendo todas las sepulturas me topé con ésta, me llamó la atención por lo nueva que era (a comparación de todas las que estaban ahí) y también por la escritura en Español que tenía. Otra característica curiosa, era que no tenía (o al menos no encontré) el nombre de la persona a quien estaba dedicada o dueña, por así decirlo, del sepulcro, lo cual me llamó aún más la atención que el idioma. Pensé en mil razones por qué no tenía el nombre; ¿acaso la familia no lo vio necesario?, y luego pensé, ¿pero para qué sería necesario? Para que turistas como yo alimenten su morbo, tal vez. No hace falta, la familia y amigos posiblemente sepan dónde y cómo encontrar a esta persona, no solo en el cementerio, si no que más que nada en sus enseñanzas. 
 Estas últimas semanas me he visto en situaciones que me obligan (y por obligación no significa que sea malo) a ser un poco más reflexiva acerca de mi vida; a dónde voy, qué quiero, qué busco. 
Me he encontrado en varias encrucijadas, que aunque muchas veces las evito por que "estoy joven todavía", me atrapan y no me sueltan hasta que llegue a una conclusión.
Qué curiosa y a la vez maquiavélica es la vida, te da todo y en un momento te lo quita. Viéndolo desde una filosofía estoica podría decir que no, no creo en el azar en este tipo de eventos. Sin duda unos se van y otros vuelven y para mí, el que viene no llena el vacío, es imposible ya que  los vacíos no existen, solo existe la ausencia física de un cuerpo, pero cómo duele acostumbrarte a esto. 

Estos que se van nos dejan algo más grande que un supuesto vacío, ese algo que nos ayuda a ver a los demás, que nos ayuda a recordar lo importante que son no solo cuando ya no están. A todos esos partícipes de mi vida, ya sea de manera positiva o negativa les dedico esta inscripción. Aquí aplica la famosa frase de Plinio el viejo: "no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena" como justificación de pasar la mayoría de sus horas dedicándoselas al estudio, pero en lugar de libro yo lo sustituiría por "persona".

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